EVA,EL VALOR DE UNA SONRISA

 Hoy os quiero hablar de Roci..conocí a Roci en mi adolescencia...ahora mismo no recuerdo quien nos presentó pero lo que sí se es que siempre tuvimos muy buena relación..

Años después volvimos a coincidir en Toledo, ella estudiaba enfermeria con una de mis mejores amigas, ademas de convivir en la residencia universitaria con otra de ellas...Qué bien lo pasamos Roci! Jueves, botellón, la Grecos, Sittongs, la Boveda..risas...cotilleos...Tengo que decir que no eramos del mismo grupo pero sí que cuando coincidiamos en estas salidas eramos todos a una!!

La vida echa a rodar y sin perder la pista la una de la otra ...nos distanciamos ...Por amigos en común se que Roci se ha casado...con su Dani...ese camarero de la Facultad que le hacía tanto de rabiar...( al menos lo que yo recuerdo...) pero que estaba destinados para formar la familia que ahora son. Daniela es su primera hija..recuerdo que me la presentó en unas ferias de Talavera...la porteaba y cuando me acerqué a conocerla...era preciosa!! QUÉ BONITA ROCI!! y recuerdo que me dijiste...y está bien Ana..está bien..., nos emocionamos...y ahora me emociono al recordar tu cara de felicidad..

Hace unos meses...en Diciembre...te encontré...sabía que habías tenido una bebé pero aún no me había tropezado contigo por Talavera...y aquel día TE ENCONTRÉ...porqué fue ENCONTRARTE ROCI...porque yo pienso que la vida tuvo que forzar ese ENCUENTRO...porque como tu muchas veces dices Eva y Noa nos han vuelto a enlazar...tal vez fuera porque el día que ingresaron a MiniNoa con sus espasmos...era el día que vino la pequeña Eva a este mundo..




Ella es Rocío, con casi 37 años, es enfermera y madre de dos niñas, de 4 y 1 años, su familia además se compone de su marido, 2 perros y 2 gatos, asi que  sin tiempo para aburrirse....esta es su historia..

" El embarazo de Eva transcurría con normalidad, aunque desde el principio me dijeron que era una bebé pequeñita, cosa que no me preocupaba en exceso porque mi primera hija también fue pequeña al nacer (2.640 kg). 

 Eva se movía muchísimo dentro de mi barriga y empecé a notarla muy pronto, por eso me preocupe muchísimo el día 14 de julio, cuando sus movimientos disminuyeron notablemente, tanto que acudí a urgencias.

 El miedo se apoderó de mí y me temía lo peor. 

Cuándo llegue al hospital me pusieron los monitores y en efecto, el movimiento fetal había disminuido considerablemente, hicieron un eco doppler cuyos resultados fueron normales, aún así la nena apenas se movía, asi que decidieron madurar sus pulmones por si tomaban la decisión de hacer una cesárea de urgencias, estábamos de 32 semanas. 

Tras 12 horas monitorizada la peque, poco a poco, fue recuperando su actividad normal y nos mandaron para casa.

 Os podéis imaginar el miedo que pase, llegue a pensar que la perdería, aunque al final todo quedó en un gran susto.

El embarazo siguió su curso, aunque más controlado y con mucha inquietud por mi parte. Al final, los ginecólogos decidieron inducir el parto en la semana 38 porque Eva seguía siendo muy pequeña y opinaban que era mejor que saliese ya a conocer el mundo.


Ingresamos el día 24 de agosto para comenzar con la inducción, fue una espera de 26 horas, con contracciones muy seguidas y dolorosas, aunque pienso que ella lo paso peor que yo, con cada contracción se movía de forma exagerada, como si la molestase, como si sufriese con ellas. 


Yo estaba muy dolorida pero acompañada de mi marido, que me hacía reír hasta en los peores momentos, gracias a él aguante el dolor y fui capaz de tener un segundo parto sin epidural, él consigue que las cosas a su lado sean más fáciles, no me dejó sola ni un minuto.

Eva nació el día 25  la 11.40 de la mañana, era preciosa y pequeñita (2.460kg) pero con unas ganas inmensas de vivir, enseguida se enganchó a mi pecho y ahí sigue, ya llevamos 12 meses de lactancia.


Era muy parecida a su hermana pero a la vez muy distinta. Lloraba muchísimo, a todas horas, solo encontraba paz en mi pecho o cuando la porteaba, apenas dormía y siempre tenía un semblante muy serio, llegué a pensar que no me quería, me frustraba mucho no saber por qué lloraba y ver que no sabía consolarla.


A medida que pasaban los días, nuestra angustia, frustración y preocupaciones aumentaban, el cansancio hacia mella en nosotros, sobre todo en mi, que me pasaba las noches en vela, con la niña a la teta.


La revisiones aparentemente eran normales, recuerdo perfectamente la de los dos meses, cuando la enfermera me preguntó si fijaba la mirada, yo la respondí que empezaba a hacerlo, pero un tiempo después....nada, seguía sin fijar la mirada, sin sonreir y sin parar de llorar.


A los 3 meses empezó a tener unos espasmos en los cuales se quedaba rígida, acudimos a un fisioterapeuta y tras un mes de tratamiento nada cambió, la llevamos a otro sospechando que eran cólicos pero nos dijo que no era eso, aunque estaba seguro de que a Eva le pasaba algo, nos derivo a un fisio especialista en kinesiologia que nos ayudó mucho, al menos consiguió que la niña empezase a dormir 3 horas seguidas. Nos ayudó a cargarnos de energía y a sentirnos fuertes para afrontar lo que sucediese a partir de entonces.



Después nos derivaron al neonatólogo del hospital, el cuál nos derivo a la neuropediatra. Le hicieron un electroencefalograma y una analítica. Teníamos muchísimo miedo por lo que pudiesen decirnos las pruebas. El mismo día de Reyes volvimos a la neuróloga y nos dio los resultados del EEG...se registraban puntos epileptiformes, por lo que hubo que empezar a medicar a la nena, pero había que hacer más pruebas, resonancia, punción lumbar, más analíticas....además de los espasmos, había un retraso importante en el desarrollo (no fijaba la mirada, no sujetaba la cabeza, no sonreía), microcefalia, rasgos particulares... buscaban algún tipo de síndrome. 


Siempre te dicen que no consultes en internet, pero yo lo hice y no os podéis imaginar la cantidad de síndromes raros que hay, entre ellos el síndrome de west...sentí verdadero pánico...

El mes de enero fuimos a Toledo a hacerle la resonancia y la punción lumbar, vimos a nuestra pequeña sedada e intubada, como duele ver a tu hija así, es algo inexplicable, deseas ser tú la que está en la cama del hospital. Las pruebas no nos dijeron nada nuevo, era una epilepsia que aún hoy no sabemos que causa tiene.


 Seguimos en estudio, ahora nos han derivado al hospital niño Jesús donde han repetido la resonancia (6 meses después) y este mes nos toca un vídeo EEG (es un electroencefalograma en el que graban a la niña para ver si sus movimientos coinciden con algún registro raro del cerebro) y otra analítica.

La peque ya tiene un año y está tomando 4 medicamentos antiepilépticos diferentes, ya que sus crisis no se controlan bien, aunque hemos ido mejorando. Empezó con 15/20 crisis diarias y ahora estamos en 1 a la semana. Ha mejorado mucho, ya sonríe (su primera sonrisa fue con 5 meses y medio), ya fija la mirada y sigue objetos, aún no sujeta la cabeza aunque lo hace mucho mejor que antes....sigue teniendo un retraso en el desarrollo bastante importante pero va haciendo pequeños progresos, lo que nos da fuerzas es que nunca ha dado un paso atrás. 


Acude a atención temprana, donde tiene sesión de fisioterapia, estimulación y logopedia, es una lucha diaria en la que no se puede descansar, hay que seguir nadando, como digo yo.

Eva es una pequeñaja con mucha fuerza, muy valiente y luchadora y tiene una hermana maravillosa que la quiere con locura, es su mayor estímulo, con ella es con la que más se ríe y nunca llora cuando está con ella. A su vez, Daniela (su hermana) es un gran apoyo para mí, me ayuda y me entiende perfectamente, sabe cuando estoy triste o cansada y hace todo lo posible para que me sienta mejor, a sus cuatro años se ha convertido en uno de mis mayores pilares y me siento muy agradecida de tenerla a mi lado.


Otro gran estímulo para Eva son sus animales, sobre todo los gatos,

a los que les dedica muchísimas sonrisas y se esfuerza mucho para acariciarlos. Ellos lo saben y siempre que pueden están cerca de ella.


Mi otro pilar importante es mi marido, el que me levanta el ánimo siempre que lo necesito, junto a él todo parece más sencillo.


Y mi último pilar, aunque no menos importante es mi madre, que me ayuda día a día con las niñas, la que me ha enseñado a ser fuerte, la que me apoya siempre, no se que haría sin ella.


Eva es especial, nos enseña día a día a ser mejores padres y mejores personas, con ella he aprendido a ser más fuerte de lo que nunca podría imaginar, he aprendido a valorar los pequeños pasos, he aprendido el valor de una sonrisa o el de una mirada, a tener paciencia, a ser constante.


No creo en las casualidades, se que las cosas pasan por algún motivo y se que Eva nos eligió como padres, es cierto que a veces esta lucha resulta agotadora y que me permito mis momentos de bajón, en los que lloro hasta que me quedo sin lágrimas, pero siempre es para coger impulso para seguir adelante, para seguir nadando aunque sea a contracorriente. Se que tengo muchas cosas que enseñar a mi pequeña Eva, por qué yo también tuve una infancia rodeada de médicos (pero esa es otra historia), siempre voy a apoyarla y ayudarla, siempre me va a tener ahí y siempre voy a saber cómo hacerle más llevadero todo esto.


Me siento agradecida por tenerla, gracias a ella he conocido gente maravillosa y me he reencontrado con personas con las cuales apenas tenía ya trato, he notado el cariño de la gente que nos apoya y nos manda buenas energías (que son muchas). Día a día aprendo a su lado y crezco como persona. Se que todo el esfuerzo merecerá la pena y obtendré la mejor recompensa, el ver mejorar a mi niña.
 

Me gustaría agradecer a Ana que haya contado conmigo para participar en su blog, para contaros la historia de mi hija pequeña,  el estar ahí siempre que la necesito, eres uno de los mejores regalos que me ha dado Eva....

A seguir nadando, besos mocosos. "


ROCI!! Muchas gracias por abrirnos tu corazón...por mostrarnos lo que es el valor de una sonrisa, por ser una madre coraje por enseñar a Eva a nadar contracorriente, por hacer de Daniela toda una mujercita y por que tienes mucha suerte de contar con Dani y con tu mamá...y ya sabes...aquí una mocosa..que a pesar de la distancia...estoy ahí..."


Comentarios

  1. Hasta que no se es madre no se valoran muchas cosas. Que historia de entereza y fuerza! Esa pequeña será una guerrera como su mamá. Fuerza en el camino.

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